4 de diciembre de 2008

Y estamos de vueltaaaaaaaaaaaaa! :)

Maggy y Ann volvieron! Por el momento escribe Maggy, quien el pasado 26 de noviembre defendió la primera -y por mala pata no la única ni última- tesis de su vida. Luego de pasar por el tormento metodológico de hacer todo un maldito trabajo de investigación, la moraleja podría escribirse en un pergamino de unos cuantos kilómetros de distancia, pero pocos de los puntos tratados en el mismo (¿Vieron como mejoró mi redacción después de la tesis?, hasta abrí y cerré los signos de interrogación. Cabe destacar de igual manera que llamé a dichos símbolos por su nombre y no como "la figurita de la marca Guess". Me he convertido en una erudita) valdría la pena nombrarlos en nuestro humilde blog, sobre todos porque preferiría olvidar la mayoría de ellos, no por hacer caso omiso a la experiencias, sino para no abrir procesos psicológicos que con algunas sesiones de terapia quedaron fueron sellados y guardados en los polvorientos cajones de mi inconsciente. Sin más parafernalia puedo extraer algunas de las enseñanzas que me dejó la experiencia de la ejecución del trabajo especial de grado para que -hablo llena de humildad, sin que me quede nada por dentro (jajajaja)- cojan hesperienzia (xD):
  • La gente puede ser muy hija de puta
  • Los jurados pueden ser muy hijos de puta
  • Cuando dicen que los hijos de puta que conforman el jurado son expertos en el tema es porque son hijísimos-de-putamente expertísimos en él.
  • Si no se encuentran antecedentes recientes en relación al tema que estás tratando, siempre será válido que te lo inventes muy inteligentemente, haciendo énfasis en que la base de datos de la que fue extraído es dificilísima de accesar y además está en otro idioma (que de preferencia sea alemán u otra lengua no tan universal como el inglés.)
  • No se debe olvidar colocar el antecedente en las referencias consultadas.
Y por último, pero no menos importante...
¡DIEZ ES DIEZ Y LO DEMÁS ES LUJO!
Damas y ca-alleros, gracias por su atención.